viernes, 31 de enero de 2014

Qué es la Verdad?

Aunque parezca fácil no lo es; pues no, se trata simplemente de decir lo que sabemos que es cierto, ya que lo que sabemos, pensamos que es cierto, puede ser erróneo, entonces lo que decimos, es falso pero no es mentira, es decir no estamos mintiendo, como tampoco lo hacemos, si no desvelamos un secreto, aunque para ello, tengamos que usar alguna restricción mental; o, algún truquillo, es más no podemos desvelar secretos, y, no sólo secretos no podemos contar lo que sabemos de otra persona, que podemos intuir por la forma en que nos lo dijo, que no quiere, sea conocido de terceros, ni tenemos la obligación de responder con claridad, al que nos pregunta, lo que no le importa




Porque mentir, es decir lo contrario, de lo que uno piensa, o, sabe que es cierto, con intención de engañar, cuando quien pregunta, tiene derecho a saber; y, el curioso, el impertinente no tiene derecho a saber, vale para las encuestas de cierta compañía de teléfono



Por eso, es difícil, definir la Verdad, porque la verdad no es sólo no mentir, ni ser un libro abierto, una persona puede no contar una mentira, en toda su vida, y, ser esta una gran mentira, la mentira de la vida, cuando una persona no vive de acuerdo con lo que cree, con lo que confiesa, en El Credo, esta mintiendo, esta gritando, todo eso, que digo creer, es mentira, no lo creo, digo que Jesús es mi Señor, pero es mentira, mi señor es la moda, yo mismo..



Cuando una persona, niega la ley de Dios, esta mintiendo, aunque luego, no diga “mentiras”

Mienten los que llaman al crimen del aborto, derecho



A la unión de dos personas del mismo sexo matrimonio



Los que dicen que no hay Dios, aunque estos a veces, es que no lo han descubierto



Mienten los racistas, los xenófobos, homofobos



Mienten los que hablan de un dios tirano, cuando Dios es Amor



Mejor dicho no dicen la Verdad, no están en la Verdad



¿La Verdad? No, es de nadie, no es de la Iglesia, La Verdad es una Persona, la Segunda de la Trinidad, que ahora, hecho Hombre, conocemos como Jesús; fue Él mismo quien lo dijo; “Yo soy… La Verdad”; por eso, La Verdad, no es de nadie, si no que todos, somos de La Verdad, también los que la rechazan, abiertamente



Pilatos, le pregunto, a Jesús, que era la Verdad, pero no se quedó a escuchar la respuesta, como muchos, la mayoría de los políticos, aunque no todos, Gracias a Dios, Jesús le había dicho, que había venido, al mundo, para dar testimonio de la Verdad, si hubiera esperado un poco, se hubiera dado cuenta, de que esa Verdad era el mismo Jesús



Y, Jesús es la Verdad, no sólo por ser La Segunda Persona de La Trinidad, en este sentido, son La Verdad, el Padre, y, El Espíritu Santo, si no, como Hombre, porque nos muestra a Dios, nos muestra como nos ama, como nos sirve, si Dios nos sirve, nos muestra como responder a su Amor, a Dios, lo descubrimos en Jesús de Nazaret, por eso es la Verdad.



Así que la respuesta es fácil. ¿Qué es la Verdad?. Un judío crucificado hace mil novecientos y muchos años, y, resucitado, por Dios, tres días después, un Hombre que esta a la derecha de Dios, pidiendo por todos, si por todos.

La escala de Jacob

En el libro del Génesis, en el capítulo 28; 12-15. Leemos que el patriarca Jacob, que andaba huido de su hermano Esau, al que había estafado, tuvo un sueño muy especial; se hallaba cansado, y, se había tumbado a descansar; usando una piedra de almohada, en su sueño vio a Dios, vio una escala, que subí a del Cielo a la tierra, porque la subían y descendían los ángeles; y, oyó la voz del Creador; “Yo soy el Dios de Abraham, y, de Isaac, seré tu Dios, yo te protegeré, te bendeciré, estaré contigo….” Cuando se despertó, Jacob, se dijo que aquel era un sitio terrible, casa de Dios, y, puerta del Cielo, y, consagro la piedra que le había servido de almohada como altar, ungiéndola con aceite.




Luego prosiguió su camino



Jacob, tuvo un sueño, y, una revelación, revelación privada, pero que esta encuadrada en la Pública, lo que se le rebelo, Jacob no lo entendió del todo, en primer lugar la escalera, El Cielo, los dioses, la divinidad, eran algo lejano al hombre, Dios es el Otro, hay un abismo infinito, pero en el sueño, nuestro amigo, el antepasado de Jesús, ve, una escalera, por la que suben, y, bajan los ángeles; se le esta revelando la comunicación entre el Cielo, y, la tierra, nuestro mundo, un día, Dios mismo vendrá a nuestra historia, a hacerse hombre, y, volverá al Cielo, ya no sólo como Dios, si no como Hombre, por eso, muchos han visto en la escala un símbolo de Santa Maria, pues por Ella, Dios Hijo, vino a nuestro mundo, pero la escala es sobre todo figura del Hombre Jesús, por medio del Cual, el Dios Uno, y, Trino se hizo presente, entre nosotros, aunque ya estuviera, pues Dios esta presente en sus criaturas, o, estas desaparecen en la nada



Jacob vio ángeles, bajando y subiendo, y, esto hace referencia a que Dios acoge nuestras oraciones, y, nos da lo que necesitamos, no, lo que se nos antoja



La Voz de Dios, confirma como dirá un día Jesús, que Abraham, e Isaac, seguían vivos, y, se muestra como el Dios de Jacob, pero no es un dios tirano, es un Dios, Amor, donación, “Yo soy, el Dios de Abraham…”; no dice, “ Abraham era, o es mi propiedad, Dios se da al hombre, esta enamora del mismo, por eso como cualquier enamorado, le promete a Jacob, y, vale para cada uno, que estará con Él, que no lo dejara….



Hay un hecho que puede desconcertar un poco; porque Jacob dice, que es un sitio terrible, para nosotros terrible, es lo que da miedo, para el lenguaje bíblico no; al menos en este sitio, si hubiese sido un sitio de pánico, Jacob, se habría echado a correr, y, no se habría entretenido en ungir una piedra, y, es que le vocablo, terrible, significa algo como nuestro “alucine” una cosa tan increíble, que uno, no tiene palabras para explicarla, ni mente para creerla, que lo deja desconcertado, más que si en un tambor de detergente, le toca un diamante, esta revelación, es no sólo que Dios existe, si no que es Amor, que lo ama, que se ofrece a cuidarlo, y, eso de verdad es, alucinante



Por eso, es bueno, dejarse amar por Dios, y, conocer su Palabra, pues como dijo San Jerónimo, Quien no conoce la Biblia, no conoce a Cristo, así, leamos, estudiemos, y, oremos con la Sagrada Escritura, y, dejémonos amar por Él, no, nos quiere menos que a Jacob.

miércoles, 29 de enero de 2014

Que son las Indulgencias?


Cómo todos sabemos; las indulgencias fueron una de las causas de la ruptura de Lutero, con Roma, no la única, pero si, una de ellas; en realidad Lutero, protestaba contra la simonía, de la que había bastante, aún hay, para quien no lo sepa, la simonía es vender, y, comprar cosas sagradas, no imágenes, ni rosarios, si no las bendiciones

En la época de Lutero, Roma, no era precisamente un ejemplo de lo que ha de ser un cristiano, ni siquiera una persona decente, de vez en cuando, Dios permite, que haya malos pastores; Papas indignos, para que se vea, que es Él, quien lleva la barca de Pedro.

Llevamos muy buena racha, pero no siempre fue así, claro que el tema son las indulgencias, no el Papado

Primero de nada, unas aclaraciones, las indulgencias no son dogma de fe, o, sea, que si uno no cree en ellas, no pasa nada

Segundo. La indulgencia, aunque signifique perdón, no perdona nada, no es la Penitencia, que es un sacramento

Tercero. Aunque hallamos aplicado una indulgencia, por el alma de una persona fallecida, podemos seguir orando por ella, no son un vacía purgatorio, si el purgatorio fuera un sitio, que no lo es, si no un “estado”

Una cosa tenemos que tener clara, sólo hay un Salvador, Jesús de Nazaret, Él sólo, y, Él nos salvo a todos, uno, por uno, pero cada persona como ser libre, puede rechazar esta salvación, y, la rechaza con el pecado grave, si persiste en este rechazo, en el momento de su muerte, pues se encuentra por propia voluntad alejado de Dios, no por voluntad de Dios, que desea la salvación de todos, y, cada uno, si no del imbecil, que elige el infierno

Dios no cesa de buscar a cada uno, por los méritos de Jesús, que media por los pecadores, como dice La Epístola de San Juan, ofrece, las gracias las ayudas, para que cuando hemos pecado gravemente, levemente también, sepamos volver a casa, los que somos católicos, ya sabemos como somos perdonados, siempre que haya arrepentimiento, y, propósito de enmienda; se perdona y, todo vuelve a ser como antes; nosotros confesamos nuestra fe en Jesús como Salvador, y, Señor, cumpliendo su voluntad, la fe, sin obras es una pantomima, cuando estamos en pecado grave, nuestra ruptura es casi total, no total porque se puede restablecer, total sólo es después de la muerte, con el pecado venial, no hay ruptura, pero si debilitamiento, y, salvo Santa María, no hay nadie sin pecados veniales, e imperfecciones, unos más, y, otros menos

Cuando llega el momento de la muerte, si la persona esta libre de todo pecado venial, y, del debilitamiento de la lacra que le dejo el pecado grave ya perdonado, es decir recién bautizados, mártires, y, un número limitado, su sitio, su estado, es el Cielo

Pero en caso contrario, esa persona, al amar a Dios, se siente indigno, y, no quiere gozar de su presencia, hasta verse lo más purificado posible, eso es el purgatorio, por eso, los que están en él, mejor los que viven en esa situación, y, que son santos, pues santo es el que tiene la Gracia santificante, y, ellos la tienen, y, no pueden perderla; sufren al verse lejos de su Amado, pero al mismo tiempo, son los seres más felices de la creación, sólo superados por los que viven en el “ estado” del Cielo

Jesús comenzó a existir como Hombre en el útero de La Virgen María, y, en ese momento, como recordaba el Beato Juan Pablo II, pronto, San Juan Pablo II; se unió en cierta medida a todo hombre; por eso es Nuestro Redentor, asumió nuestras culpas, pues bien en el bautismo, esa unión digamos que se hizo más profunda, tanto que formamos un solo Cuerpo con Él, es el Cuerpo místico, La Iglesia, de este Cuerpo, La Cabeza es Jesús, el Alma el Espíritu Santo, y, cada uno es como una célula, quienes los que formamos parte de La Iglesia que esta en la tierra, no sólo de forma visible, si no también los que forman parte de forma invisible, los que están en el purgatorio, y, los que están en el Cielo. ( cuando escribí este post, Juan Pablo II, sólo había sido proclamado beato)

Como sucede en el cuerpo físico, un miembro ayuda, y, se ocupa de los otros, la cabeza es el centro principal, y, de quien parte todo, pero si te dan un pisotón, es tu boca, quien grita, ay, y, tus manos quien tocan el sitio afectado por el dolor, pues aquí lo mismo, si un miembro sufre, todos sufren, aunque no lo sepan, y, al revés

Por eso, Jesús es el Único Salvador, pero debido a la unión con Él, todos somos corredentores, María la primera, y, no por haber parido a Jesús, si no, por haberlo llevado siempre en su corazón, porque nunca dijo, a Dios que “No”; ni se anduvo con rodeos.

Gracias a esto, nos beneficiamos unos de otros, y, el bien que uno hace, que no olvidemos quien lo hace en último termino es Jesús, que es La Cabeza, beneficia a todos según lo precisen, por ello podemos pedir unos por otros, y, por ello pedimos por los del purgatorio, y, felicitamos a los del Cielo, y, acudimos a su intercesión, que no mediación, no hay que confundir

Esto no son las indulgencias, pero se basan en esto


La Iglesia que somos todos, y, cada uno, pero en su parte Jerárquica, tiene recibido de Jesús el poder de las llaves, y, ahí entran varias cosas una es esta, ruega a Dios, porque el Papa no manda en Dios, que al cristiano que observe ciertos actos de piedad, y, que naturalmente este arrepentido, no tenga culpa grave, le aplique los meritos de Jesús, no sólo de Jesús; si no los que por decirlo de algún modo, los que están en el Cielo, Purgatorio, e Iglesia militante, fueron adquiriendo por su unión con Jesús, y, que en realidad son de Jesús; pues bien esa es la Indulgencia, que si es plenaria, restituye la Gracia primera, y, libera del Purgatorio, y, si no acorta la prueba

Naturalmente, debido a esto mismo, del Cuerpo místico, que es lo que llamamos “Comunión de los santos”; una puede aplicar esa Indulgencia otra persona viva, o, muerta, pero lo dicho, uno, nunca puede saber hasta que punto cumplía las condiciones, ni si era capaz aquel a quien se aplica, sin olvidar que Dios, no tiene porque acomodarse a nuestros deseos, y en su Amor infinito, sólo mira nuestro bien, no sea aunque nos pueda parecer extraño el que ganemos una indulgencia

En misales, y, devocionarios antiguos, se hablaba a veces de 300 años, o, días de indulgencia, ahora se habla de indulgencia parcial

¿De dónde venía lo anterior?

En el Purgatorio, no hay tiempo en el sentido terreno, no es un lugar material, así que no hay 300 años, ni días, a lo que se refería era a la época primitiva del cristianismo, en que las penitencias eran públicas, y, se imponían no por 300 años claro esta, pero sí, un largo tiempo en el cual, la persona estaba excluida de La Mesa Eucarística, y, quien se hallaba así, iba, o enviaba a visitar a un cristiano que iba morir mártir, y, este firmaba una tablilla, rogando al obispo, o sacerdote, que por Amor a Cristo, y, como su última voluntad rebajase la penitencia a, aquel hermano, naturalmente, no se podía desoír a quien iba verter su sangre por el Evangelio, y, se tenía en cuenta

No esta mal ganar indulgencias pero mejor es que procuremos cumplir la Voluntad de Dios, conocerla, acudir a Él con Amor, orar unos por otros, y, cuando tengamos la desgracia voluntaria, pues no se peca por error, si es error no es pecado de caer en pecado grave, acudir al Sacramento de la Penitencia, esa es la mejor indulgencia

Hoy el Beato Juan Pablo II, ya es San JuanPablo II,  para mí, también San Carol Woytila, pues con ese nombre fue bautizado, y, sin ese primer paso, no hubiera sido beatificado, su fiesta fue, el 22 de octubre

San Juan Pablo II ruegue por nosotros