La persona humana, cualquiera es lo máximo que hay; y, lo es porque es imagen de Dios, aunque ignore que es hijo, el ser imagen ya le da esa dignidad.
Por eso es libre, y, la mayor muestra de la libertad es la obediencia, los animales; y los esclavos, no obedecen
Ejecutan por miedo, en el segundo caso; por conveniencia, por instinto primario en el primero, lo que su “dueño” quiere que hagan; pero no hay obediencia, porque no hay facultad de elegir; no hay obediencia porque no pueden ponderar si deben; o, no deben obedecer, no lo hay porque una fuerza mayor les obliga.
No la hay en el caso de los esclavos; porque en su interior, pueden, rechazar lo que están haciendo.
Y, la obediencia es optar libremente, por someter mi voluntad a la de otro, porque lo juzgo conveniente, o. porque aún sin entender el porque, veo en él una ayuda para mí.
Y, ahora viene la pregunta:
¿A quien hay que obedecer?
La respuesta es simple, sólo a Dios. Sí, sólo a Dios, Dios es el único, que tiene, derecho a exigir nos el sometimiento absoluto de la voluntad, pero a Dios le gusta actuar por intermediarios, lo hizo al darnos la vida, y, lo hace también al mandarnos.
Así nos ha puesto
La Iglesia (aunque algunos aún no la hayan reconocido) entonces tienen sus “tutores” sus religiones, sus principios
No digo el Evangelio, porque éste fue entregado a la Iglesia.
Sus padres, mientras es menor de edad, e incluso después
Las autoridades civiles, militares
Los médicos, sacerdotes
Los amigos, si los amigos
Los maestros
Los jefes en el trabajo
Cada uno de éstos manda en su ámbito, sin que pueda ni deba entrar en el otro, y siempre que ese mandato, no vaya en primer lugar contra la dignidad de la persona, no atente al principio elemental de la vida, y, la libertad; y, por supuesto no atente contra los preceptos explícitos de Dios.
El jefe en el trabajo, va dar órdenes para que marche bien la empresa, y, si estas ordenes no son inmorales, van a favor del obrero, porque si la empresa quiebra, mal le va a él, por eso el empleado responsable las cumple, pero por ejemplo no lo hará, o. no deberá hacerlo con una orden inmoral, y si se ve forzado, porque si no se queda sin comer, es que en el país que eso tolera, hay esclavitud encubierta.
Lo dicho vale para todos los otros,
Los padres dije durante la minoría de edad, e, incluso después; como la obediencia tiene que ser responsable, salvo una orden inmoral explicita, o, salvo una gran madurez, un niño de 14 años, no tiene todos los elementos necesarios, para saber si es conveniente, para él como persona hacer lo que le dicen sus padres, por ello tiene la obligación de obedecer; el hijo mayor de edad, tiene más elementos para estudiar el consejo – mandato de su padre, y, ver si tiene razón, y, siempre en caso de duda, optar por éste.
La Iglesia que no es infalible en sus órdenes, sin embargo si lo es en que jamás como tal, como jerarquía va mandar nada inmoral.
Y, si un miembro suelto, lo hace pues la regla es la misma.
Porque si son los portavoces de la voluntad de Dios, cuando lo que transmiten no es su voluntad, el desobedecer es un derecho