domingo, 19 de agosto de 2012

Gino Bartalli



Gino Bartali


En los años previos a la Segunda Guerra mundial, en Italia había dos lideres del ciclismo, Fausto Coppi y Gino Bartali.

Bartali apodado el monje volador tanto por su fe, como por su aspiración a contemplar  la tierra desde los puntos más altos, ocultó su mayor logro, hasta el fin de sus días, tres años después de su muerte, unos cuadernos sacaban a la luz que en el bienio 1943-44. colaboró con una organización que salvo la vida a 800 judíos perseguidos por el regimén nazi.

"Quien salva la vida de un hombre salva el mundo entero" la cita es del Talmud

El ganador de tres giros de Italia, en 1936,1937 y 1946, dos tours de Francia en 1948, la sombra de Coppi, el hombre de hierro, aparece hoy como el salvador de judíos.

El hallazgo tuvo lugar en el año 2003 sobre mayo ó junio. Cuando dos hijos de Giorgio Nissim ( Piero y Simona) fallecido en Italia en 1976 descubrieron unos apuntes de su padre el que se relataba como unos 800 judíos de la Toscana fueran puesto a salvo del régimen nazi.

Nissim lideraba con éxito una organización clandestina bautizada como "Delasem" creada por la unión de la comunidad Israelita para ayudar a las personas perseguidas por los nazis, especialmente los que se hallaban recluidos en los campos de concentración italianos.

pero la supervivencia de la red clandestina, corrió grave riesgo en 1943 con el arresto del grupo florentino.

Fue entonces cuando Nissim buscó la colaboración de sacerdotes oblatos de Lucca, del arzobispo genovés y sobre todo de la Acción Católica, entre cuyos miembros se contaba Gino Bartali, religioso ferviente y devoto de Santa Teresa del Niño Jesús, " era una persona extrovertida, dice su hijo Andrea, y hablaba de todo y con todos, pero nunca de sus obras de caridad, ni de las vidas que salvó en aquellos años de Guerra"

El cometido de Bartali, era transportar a las tipografías clandestinas las fotos y papeles para fabricar la documentación de identidad falsos. Durante dos años 1943-1944 salió a entrenarse por las colinas de la Toscana o las carreteras de alta montaña de la Umbria con su nombre bien visible en el maillot. Alcanzaba el convento de turno. escondía los documentos en el cuadro de su bicicleta y regresaba por la misma senda.

otras veces hacía de guía para indicar el camino menos peligroso.

Fue interrogado en algunos puntos de control rutinario por su actitud sospechosa, pero no se atrevían a detener a una gloria del deporte de su país, si lo retenían el decía que se estaba entrenando.

Sin embargo los " camisas negras" los fascista italianos lo condujeron una vez hasta su acuertelamiento en Villa Trieste, y le aconsejaron que se distanciara de ciertos círculos católicos, Bartali, respondió, "yo hago lo que siento"

y continuó unos meses más recorriendo las rutas italianas y cumpliendo su misión de correo salvador

Acabada la guerra aún le quedó fuerza para triunfar en el Giro del Renacimiento, el primero  tras el conflicto bélico, en su enésimo duelo con Coppi, y en el Tour, antes de que las graves secuelas de un accidente de coche en 1953 le obligaron a dejar el ciclismo.

Había nacido en Ponte a Ema, el 18 de julio de 1914, falleció en el 2000, pero no se fue a la tumba con el maillot amarillo del Tour, o la maglia del Giro sin no con " il mantello de terciario carmelita" En Auschwitz, murieron cinco mil quinientos noventa y cinco hebreos italianos, Bartali, colaboro a que la macabra lista no lo fuese tanto

Extracto de una publicación de Mundo Cristiano en mayo de 2003