martes, 10 de septiembre de 2019

Sobre que esta edificada mi vida y mi fe, sobre roca, o sobre arena

Sobre que esta edificada mi vida y mi fe, sobre roca, o sobre arena
Mi vida, la tuya
Sobre roca, o sobre arena
Sobre arena, si está fundada en el ejemplo de familiares, amigos, conocidos, salvo que estén ya canonizados, porque un día descubrimos que no eran tan santos, y, halla se va nuestro gozo en un pozo

En el ejemplo de consagrados laicos y, religiosos, lo mismo que lo anterior
En los cuentos que nos contaban de pequeños
No sigo multiplicando los ejemplos, porque todos serían construir sobre arena

Para que nuestra fe, la tuya la mía, este, afincada sobre roca, tiene que estar apoyada en Jesús de Nazaret, y, a Jesús nos lo da su Esposa, La Iglesia, y, ahí nuestra fe apoyada en Jesús en su Palabra, es Fe, es vida apoyada en roca, que nadie puede derruir.



Que hago por la paz

Que hago por la paz

No es un auto examen personal, es un examen personal, para cualquiera que no tenga miedo a enfrentarse con su mayor enemigo, uno mismo. Porque es mentira que la paz sea cosa de políticos, jefes de Estado, etc. puede que ellos  tenga la última palabra, pero la primera, la tenemos tú, y, yo

Y, no, no se trata de mirar a quien dar el voto, aunque sea importante

Se trata de construir la Paz, que es mucho más que la ausencia de conflictos, la paz de la bota, no es paz

Orar por la paz, si es necesario, pero no suficiente, si uno, no la construye a su alrededor, empezando por uno mismo

Estar en paz con uno mismo, que no tiene nada que ver, con darte caprichos, o hacer de tu capa un sayo, es ser fiel a tu conciencia, no al último famoso, ni a la última moda. Y, eso si eres creyente, te llevara a la paz con Dios

La paz con los otros, seguro que a ti, y, a mí, nos caen muy bien los inuit vulgarmente esquimales, pero no tan bien, esa pariente, esa vecina, pues es ahí, donde tenemos que construir la paz, evitando rencillas, echando una mano, disculpando, y, perdonando cuando nos pidan perdón, y, pidiéndolo cuando seamos conscientes de haber obrado mal

Y, así poco a poco, iremos construyendo la Paz, porque se hace de a poquitos, pero si nos limitamos a firmar, a ir en manifestaciones, y, llevamos la guerra particular a casa, al vecindario, no sólo no estaremos haciendo paz, sino que seremos unos embusteros.

Pensamientos de Teresa de Lisieux sobre María


“¡Oh María! Si yo fuese la Reina del Cielo y Vos fueseis Teresa, yo querría ser Teresa a fin de que Vos fueseis la Reina del Cielo."  Santa Teresita de Lisieux”

Esta pequeña oración de Santa Teresa de Liseux, muestra cuán grande era su amor por María. La Virgen Madre de Jesús, lo que no podía ser de otra forma, dado su amor por Jesús



No midas las riquezas


No midas las riquezas por las cosas que posees si no por aquellas que no cambiarías por dinero.

Lo que se puede comprar por dinero es muy barato, por eso no te consideres rico, si puedes adquirir todo lo que se vende

Pero no puedes tener un amigo, los amigos no se compran, conocidos ya es otra cosa, colegas de juerga, si, cuanto más dinero, más vas a tener

El cariño de otra persona
El amor
La fidelidad de una criatura mal llamada irracional
La inteligencia
La salud
La fidelidad de un amigo
Una familia
Y, por encima de todo. La Fe, que no la mera cultura religiosa
Poder ver los paisajes, oír los pájaros

Nada de eso se compra con dinero, por eso, quienes más los disfrutan son los que el mundo, llama pobres, a los que Dios, por llevar la contraria al mundo, llama “ricos”




sábado, 7 de septiembre de 2019

Pedro y Juan van al sepulcro


Pedro y Juan van al sepulcro 

Pedro, y, Juan, según el Ev. Según San Juan, tras haber hablado con María de Magdala (la magdalena). Fueron al sepulcro, donde había sido sepultado Jesús, a verificar lo dicho por María.

No van, porque crean en la Resurrección, si no está el cuerpo, será que lo han robado, van investigar

Juan es un muchacho joven, casi un niño, por lo que llega antes, simboliza la inocencia, la pureza, el amor puro a Dios, que se confía que cree, que llega siempre primero. Puede ser  un símbolo también de La Iglesia joven

Pedro es un hombre maduro, no viejo, pero no es un niño, por lo que llega un poco después. Representa la madurez de la fe, la reflexión, el estudio sosegado, la máxima jerarquía de la Iglesia, el amor puro a Dios, sí, pero calibrado, para que no se cuele nada, para no tropezar, y, hacer tropezar a otros.

Juan no entra en el sepulcro, pudo hacerlo, pero no lo hizo, espero por Pedro. Los dos entraron, vieron y, creyeron, porque no habían entendido lo de la Resurrección de entre los muertos

Juan creyó con Pedro, Pedro confirmo la Fe de Juan, la inocencia, la pureza, el amor puro a Dios. Se inclinan se someten a la autoridad, a la reflexión, puestas por el mismo Dios, puestas por el Resucitado, Juan cree con Pedro, como nosotros creemos con Pedro, quien no cree con Pedro, y, pretende llamarse católico, sólo es un hereje, un cismático, que va muy mal. Nuestra fe, no la garantizan los ángeles, ni la aparición de La Virgen, ni los dichos de San X, nuestra fe la garantiza nuestra unión y, comunión con Pedro, al que hoy llamamos Francisco.