martes, 19 de junio de 2012

Cristianismo y, religiones


Sí ya en el judaísmo vemos a Dios cercano, a un Dios que busca al hombre, esto llega al máximo en el N.T, que no anula el Antiguo lo perfecciona.
Dios, ya no se contenta con buscar a los hombres; valiéndose de otros hombres, o de ángeles, ahora es el mismo en Persona, en su Segunda Persona ;quien viene a buscarlo, pero además, no viene a buscarlo desde la prepotencia, no se parece en nada, a lo que en “La Odisea o la Eneida” se cuenta de dioses olímpicos; que casi siempre “por ligar” tomaban forma humana aparente, pero todos notaban que eran dioses.

No es este el caso, El Verbo se anonada, Pablo usa una palabra griega “Kenosis” que viene a decir algo así; como que se vacía, y, así Dios en esta búsqueda del hombre, empieza por acompañar al ser humano: desde su comienzo, antes de ser niño va ser un simple cigoto. Pasito a paso.
No se ahorra nada, de lo que la vida trae consigo, nada humano le será ajeno, porque lo va probar en carne propia menos: el pecado, y, todo aquello que impida la limitación que al encarnarse se ha dado.
Ahora el hombre sabe que Dios es hombre, además de ser Dios. un Hombre que ha muerto y, resucitado por él, pero tampoco queda ahí la cosa.
En la tierra nos deja la Iglesia de la que nos invita a ser parte, y, esa Iglesia es su Cuerpo místico, el Cuerpo místico de Cristo, o sea el Cuerpo místico de Dios Hijo, por ello, oír a la Iglesia es oír a Dios, Dios hablándonos, perdonándonos, consolándonos, dirigiéndonos, por medio de la Iglesia, pero es que además; es un Dios al que podemos consolar, perdonar, corregir, vestir, alimentar, defender; y, eso nadie lo pudo hacer antes de que se encarnará pero ahora sí, porque todo lo que hacemos a otro ser humano se lo hacemos a Él.

Lo dijo Él mismo y, Él es La Verdad.
Y, eso no es todo, no contento con rebajarse al máximo haciéndose, criatura va, y, se hace “cosa”, se esconde en un pedazo de pan, y unas gotas de vino, que muy amablemente le ceden su “esencia”, para que allí se instale la Persona del Verbo, que desde un 25 de marzo de hace más de dos mil años, tiene cuerpo y alma, es decir es un Hombre al mismo tiempo que Dios.
Con lo que ahora, nosotros los cristianos; católicos y ortodoxos y anglicanos; y, algunos hermanos más que creen en la presencia continua y real de Jesús en La Eucaristía; podemos ir hablar directamente con Dios, escuchar a Dios en nuestro interior o simplemente sentarnos frente a Él, adorarlo para que "les de envidia" a los ángeles.
Sí era cierto lo que decía el Deuteronomio. Ahora lo es mucho más, “no hay nadie que tenga a Dios tan cerca como los cristianos”, qué pena que haya tantos que se inventen ;o se vayan en busca de ídolos, qué pena los que recurren a magos, brujos; y “carteristas”. Qué pena que no sepamos lo grandes; e importantes que somos, y lo egoístas por callarlo, que esto es para todos
No hay religión como la nuestra, pues aquí es Dios quien viene, y se queda, y, se queda además para ser comido, claro que es un pillo, y en realidad si lo comes bien, es Él quien te come a ti, o sea quien te transforma en Él.