viernes, 9 de agosto de 2024

Agarrarnos a la Esperanza

 

“Debemos agarrarnos a la Esperanza” dice el Ángel a Tobías, pero a qué Esperanza

En el libro de Tobías, Rafael el Arcángel, dice a su joven compañero, que ignora quien es su amigo

Muchas veces tenemos amigos que son ángeles, y, nos damos cuenta

Rafael le dice que deben agarrarse a la Esperanza

La situación de Tobías no es buena, su padre un hombre bueno, está ciego, viven oprimidos cautivos en un país que no les permite vivir con libertad su fe, va cobrar un dinero que necesitan, a un pariente que no conoce.

La muchacha, la mujer con la que tiene derecho a casarse es una viuda virgen, de 7 maridos, pues el demonio Asmodeo, los mata, antes de que consumen el matrimonio, sí a él le pasa lo mismo, será la muerte de sus padres

Rafael le manda, confiar en Dios, agarrarse a la Esperanza

Pero a cuál, si es solo a la de que Tobías padre, recuperará la vista, a que cobrará la deuda, harán el viaje bien, Sara la mujer con la que tiene derecho a casarse, será liberada del demonio Asmodeo. Pues es muy poca, porque un día la muerte lo tumbará todo

Es decir, sí su Esperanza es solo para esta vida, pudo Rafael quedarse en el Cielo

Pero no va más allá, la Esperanza a la que le invita Rafael, es a la Esperanza en que, a través de sus hijos, y los hijos de sus hijos, llegué a la contemporaneidad del Mesías, a que sepa que sí no conoce al Mesías el Mesías lo rescatará del Sheol, y la luz de los ojos de su padre Tobías, será para siempre. Y su vida será eterna

El Arcángel le invita a esperar no a tener éxito, sino a saber que Dios, el Dios de Israel ese Dios al que sirve su padre Tobías, y al que le enseñó a servir, no deja a sus criaturas, que es un Dios fuerte, al que no puede vencer ningún demonio

Rafael le invita a esperar en el Poder de Dios, esa es la Verdadera Esperanza, la esperanza que a veces ponemos en el poder humano, en las cosas humanas, es pura necedad.

Reflexión febrero 2024

19 de abril 2024

A veces lo previsto...

 

 

A veces lo que previmos para nosotros, termina siendo de otros y para otros

Preparamos un postre, tejimos un jersey, hicimos en el grupo al que pertenecemos, o cuando éramos estudiantes un trabajo, que nos costó esfuerzo

Y de pronto, es otro son otros los que se comen el postre, usan el jersey, o es el grupo, o el maestro, catedrático da igual. Quien se apropia el trabajo, y ni nos nombra

En el caso del trabajo, pasa a ser el trabajo, el escrito, el cuadro del grupo H, y en ese hay mucha o poca gente, todos suelen ser más lúcidos, más inteligentes que tú, así que nadie te va ver, como el autor del trabajo

Pero Dios sí sabe que has sido tú

Pero no te engañes pensando que Dios por eso, te va premiar: Al Cielo vas por Jesús.

A Dios que te roben autoría, le da lo mismo, Él “se la robó a su Hijo Jesús”. Jesús fue quien le obedeció hasta la muerte. Y su premio, sus méritos nos los agenciamos nosotros.

Así que no seamos tan aferrados a nuestras obras que si son buenas de quien son es de Jesús el Hijo de Dios.

Marzo 2024

28 de abril 2024