editorial verbo divino mes de La Biblia
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Día 2 /2025
«Sara concibió y dio a Abrahán un hijo en su vejez, en el plazo que Dios le había anunciado».
Gn 21,2
Esposa de Abrahán, conoció la risa incrédula y después agradecida cuando Dios le concedió un hijo en su vejez.
Su historia nos recuerda que la promesa de Dios se cumple aun en lo imposible.
Personajes de la Biblia
Sara
A veces el corazón ve lo que es invisible a los ojos.
H. Jackson Brown Jr.
Reflexión personal
Sara es la mujer y el hombre racional que acaba rendido al Amor Poderoso de Dios, Sara estéril a quien su cuerpo de mujer hacía ya tiempo le había dicho que nunca tendría dolores de parto. Que nunca amamantaria, se rió cuando el desconocido huésped de su esposo
Le anuncio a Abraham que ella le daría un hijo, Sara oculta entre visillos en su tienda, no pudo evitar reírse. Pensando que el huésped pensaba que era una esposa joven, por ello no solo se rió, sí no que dijo
“Ahora voy a volverme joven y concebir de mi esposo”
Tal vez dijo, ésto separando los visillos, separando el velo que la cubría para que viese su cara de anciana y se disculpase.
Pero el huésped no lo hizo, la reprendió como a niña pequeña diciéndole
“¿Sara, por qué te has reído. Es qué hay algo imposible para Yhv?
Sara supo entonces quien era el huésped. Aquel huésped sabía quien era ella. Sabía cada palmo de su vida de su ser, conocía su dolor.
Por ello Sara torpemente negó haber se reído
“No, me he reído”
Fue su respuesta
Pero el huésped replicó
“Sí, te has reído”
Sara concibió de Abraham y, parió un niño hermoso, sus pechos se llenaron de leche para el bebé. Y, Sara al ver a su hijo se rió y con ella se rió Yhv
Sara se rió diciendo
“Quién le iba a decir a Abraham, dará la teta a un hijo Sara” Pues Sara le ha dado un hijo. Y, Sara le llamó Isaac que significa risa.
Como Sara puede haber momentos en la vida, en que pensemos que nuestra vida ha sido vacía, hicimos planes que no pudimos llevar a cabo, queríamos que algo nuestro salido de nosotros, llegase y sirviese a los demás. Ser “útiles”
Pero nos vemos viejos, o cansados o defraudados y desilusionados, y, cuando escuchamos que podemos..
Nos reímos y negamos haber reído. Pero si dejamos actuar a Yhv, él hace que demos ese fruto, sí nuestros sueños eran los suyos se harán, a su modo
Solo hace falta que dejemos a Dios obrar en nuestra vida, como aquella jovencita hija es decir descendiente de Sara.
Quien cuando el huésped que había reprendido medio en broma a Sara, le anunció por uno de sus subalternos, llamado Gabriel, que ella una muchacha virgen, iba concebir y parir un niño. La jovencita seguramente con una sonrisa, preguntó cómo sería, dada su situación
¿Como podrá ser sí no conozco varón?
El subalterno, le aclaró que lo haría el Poder del Señor, para el que nada es imposible.
La jovencita respondió
“Yo, soy la esclava del Señor, que se haga en mi, según tú palabra”
Que era como decir
“ Mi Dios soy tu propiedad haz en mi y conmigo lo que quieras, me pongo a tu disposición”
Y, el huésped de Abraham se encarnó en la jovencita, se hizo en ella hijo de Abraham y Sara, hijo y hermano de la humanidad a la que venía a salvar
Como Sara, como la jovencita María, nuestra hermana, nuestra madre y la madre de Dios hijo, nuestra Señora
Solo hace falta que dejemos a Dios obrar en nosotros
