El paralitico de la piscina, y Jesús en el Ev. De Juan
En el Evangelio de Juan, no hay milagros, hay signos, es decir gestos actos de Jesús, que apuntan al Padre, y que revelan quien es Jesús, sin forzar a ello
Quien quiera rechazare la revelación del Signo puede hacerlo, pero quedará tocado por dentro, por muchas disculpas que se inventé
No son milagros casi magia, que puede que sí, puede que no
Por supuesto el primer afectado es el sujeto del Signo, su vida queda cambiada para siempre, pero al mismo tiempo, hay algo más, en el caso de los paralíticos curados, el aviso de que no se puede olvidar de todo el pasado, es lo que indica llevar la camilla
y, hay más. Por ejemplo en el caso del paralitico de la piscina, él esperaba ser curado, cuando pudiese llegar a la piscina, como hacen hoy en Lourdes, uno cuando reza para pedir algo, espera obtenerlo, los que van a Lourdes esperan ser curados, los que esperaban para bañarse en la piscina probática lo mismo
El hombre llevaba 38 años, aún no 40, es decir no había completado un ciclo, podía seguir esperando, es posible que acabará consiguiéndolo, entonces se curaría, arrojaría la camilla en un rincón y a empezar una nueva vida, mejor incluso en otra ciudad, todos se lo hubiéramos aplaudido
Pero llega Jesús
Y, empieza por preguntarle si quiere ser curado
La pregunta parece que sobra, yo le hubiera respondido, no, es que me encanta tomar el sol
Claro que quería curarse, ya lo estaría si no tuviera que irse arrastrando, no tenía nadie que lo metiese en la piscina
Pero Jesús no le preguntaba sí quería ser curado, si no si quería ser curado
El paralitico por curado se refería a poder andar de nuevo, pero Jesús se refería a la curación de su alma, de su espíritu de su corazón
Y, eso solo lo podía hacer Jesús, con permiso del paralitico, porque la Salvación es Don, no imposición, y eso llevaba parejo llevar la camilla, es decir asumir el propio pasado, no negar lo que se había sido, que se estuvo en una camilla, que se dependía de otros, para agradecer, y para ayudar a los que se encuentren en la misma situación que había estado
El hombre ni siquiera se paro a pensar que era Sabat, tomo su camilla y se puso a caminar cantando, hacia su casa.
Orando con La Biblia