Murió por los impíos
Creo que tal vez la mayoría de nosotros, de los cristianos nos hemos parado poco a pensar en lo que encierran estás palabras de la Escritura
“Murió por los impíos”
“Cristo murió por nosotros, cuando éramos impíos para llevarnos a Dios”
El apóstol Pablo, dice que tal vez, pudiese haber alguien que muriese por una persona buena.
Pero Dios nos mostró su Amor a cada uno, Cristo murió por nosotros
Dios envío a su Hijo, a la Segunda Persona de La Trinidad a la matriz de una joven judía virgen, para que por la acción creadora del Espíritu Santo, la Tercera Persona de La Trinidad, tomase la naturaleza humana
Y, naciera hecho hombre, hecho hijo de Adam, y no se le ahorró nada. Lo único que Jesús en su humanidad no comparte con nosotros es el pecado
Dios lo tiene todo presente, por lo tanto cuando el Hijo de Dios se encarna en La Virgen María, para mostrarnos como ir a Dios, para revelarnos el Amor de Dios
Dios sabe. Dios es puro presente, Dios sabía que un grupo de hombres, lo iban a rechazar, y, llevar a la muerte
Y, Dios pudo prever en su eternidad que Jesús no muriese asesinado. Jesús cómo hombre, se pudo librar de la condena a muerte solo con dar otra respuesta no lo hizo.
Enviar legiones de Ángeles impedir el asesinato del Justo, y dejar que el Infierno se tragase a los culpables, que éramos todos, pudo incluso dejar que Jesús fuera crucificado, sacarlo de la Cruz, pero Dios Padre dejó a Jesús morir en La Cruz, y que no era Voluntad de Dios, que Jesús muriese en La Cruz, nos lo dice el mismo Jesús
Dios previó, pues lo tiene todo presente, y, mando igual a su Hijo a buscar nos
Cuando es crucificado Jesús dice a su Padre
“Padre perdónalos que no saben lo que hacen”; si fuera Voluntad de Dios, su muerte en la Cruz, lo que diría es
“Bendícelos Padre que están haciendo lo que Tú quieres”
Y, como decía Benedicto XVI. Los verdugos, serían los oferentes del Sacrificio, pero solo fueron unos pobres asesinos
Y, a los asesinos de su Unigénito Dios nos tomó por hijos, nos hizo hijos en su Hijo, nos regaló la obediencia y entrega de su Hijo Jesús, como si cada uno, hubiese sido el Crucificado
Por eso Pablo escribe que nada ni nadie nos puede separar del Amor de Dios
Y, nos recuerda que el Padre entregó a su Hijo por nosotros
Que el Hijo Jesús murió por nosotros, intercede por nosotros y resucitó por nosotros
Y, en el capítulo 3⁰ de Juan se nos dice
“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo Único”
Y, en la Vigilia Pascual en el Pregón escuchamos cantar al Diácono.
“Que incomparable Amor y Caridad con nosotros, para rescatar al esclavo entregaste al Hijo”
No un dios sediento de sangre, que pide la sangre y el dolor de un inocente para su satisfacción, un dios cruel
No, el Dios Amor, el Dios Padre y Madre infinito que no se para ante nada para recuperar a sus pequeños
En La Cruz solo murió Jesús y como hombre porque Dios no puede morir, pero como todos los actos libres de Jesús es asumido tomado como propio por su Persona divina
Y, como donde esta una Persona divina, están las otras dos.
El Padre y el Espíritu Santo estuvieron en la Cruz por cada uno, y descendieron a los Infiernos y resucitaron a Jesús como hombre.
Ante esto
¿Podemos dudar del Amor del Dios Uno y Trino por cada uno?
¿Podemos pensar que a Dios le da igual que nos salvemos o nos condenemos, cuando le contamos, Sangre”