La esterilidad en la Biblia
En el antiguo Israel, la esterilidad era vista como una maldición, en un sector, y, en todo el pueblo durante muchos siglos, no se creía, no se conocía la revelación sobre la resurrección, y, sobre la inmortalidad del alma, el hombre era un todo, moría, y, se acabo su premio, su perpetuación eran los hijos, sí no había hijos, no había tal perpetuamente.
Por eso un matrimonio estéril era casi maldito, la esterilidad era un oprobio para la mujer judía, incluso entre los que siglos más tarde creían en la resurrección, porque la separaba del Mesías.
Pero en la Biblia vemos a mujeres estériles a las que Dios hace ser madres, cuando nadie lo esperaba, y, mujeres fértiles que nos dicen se quedan sin hijos, es decir no tienen más
Sara de Abraham, Manué la madre de Sansón, Rebeca, Isabel la madre del Bautista, estas mujeres fueron madres, dieron fruto cuando Dios quiso, dieron el fruto que Dios quería, y, lo dieron porque no dejaron de confiar en él. Para Dios nunca es uno demasiado viejo para dar fruto, no hablo, mejor dicho no escribo de abuelas embarazadas, sino de que todos, sin excepción podemos dejar que Dios nos haga dar el fruto que quiere, por nuestra unión con Jesús en el bautismo, sin que importe la edad espiritual que tengamos, ni la física claro, ni lo que hayamos hecho o dejado de hacer, Dios si confiamos, si le dejamos nos rejuvenecerá, y, podremos como estas santas mujeres, dar el fruto que Dios espera de nosotros, sólo tenemos que tener Fe.
1º
sábado de adviento
