¿De qué tiene sed el mundo; ¿y yo?
Qué es lo que le apetece a la gente “mundana”, a los famosos, y, famosillos, qué anhela
Vivir muchos años, sin achaques, incluso hay imbéciles que sueñan con la inmortalidad en este planeta
Ser ricos, una vida a tope, sacando del medio todo lo que estorbe, no importa sin son seres humanos, el dragón de cómodo, no estorba, así que hasta se puede defender su vida.
Llevarse bien, y, caer bien a todo quisqui, y, si hay que adular, se adula, si hay que mentir se miente, y, donde dije, digo, digo, diego.
A esto es a lo que aspira el mundo, de lo que tiene sed, y, es normal porque las personas ahí englobadas, lo máximo que esperan es reencarnarse, vaya uno a saber en qué, y, los que ni eso esperan, esperan la nada, es normal pues que no teniendo visos de eternidad, no creyendo en un Dios providente, que traten de asentar su culo aquí, y, que puesto que esperan la nada, o, la reencarnación, pues que ante una enfermedad degenerativa, opten por la eutanasia, total el final va ser siempre el mismo, o que ante un embarazo que causa problemas del tipo que sean, opten por el aborto.
¿Y, yo?, porque yo, sé que existe un Dios providente, es más he experimentado su Amor, sé que me ama, y, también ama a los mundanos, de hecho, ama tanto al mundo, que le entrego a su propio Hijo, yo por lo tanto sé que no me espera la reencarnación, ni la nada, me espera la Resurrección, me espera si no lo rechazo torpemente, la vida eterna y feliz con Dios, y, con las personas que he querido, y, muchas más, en dónde en el Seno de Dios
Sé que esta vida es un paso, que no está mal que busque vivir bien, pero sin dañar a otros, y, viviendo un poco peor para compartir y ayudar, pues esta vida, es estación de paso.
Sé que Dios no pide que se abrace el dolor por el dolor, pero que sólo Él es dueño de la vida, sana o enferma, nacida, o gestante
Sé que debo respetar al que piensa distinto, pero no debo bajar la cabeza renegar de mis pensamientos más que ante Dios, y, cuando el mundo choque, con lo que Dios quiere, el mundo habrá de ser el rechazado.
Todo eso lo sé, tengo el código en el Evangelio, sin embargo, me parezco mucho a la gente mundana, y, ellos tienen excusa, yo no.