La eternidad de las cosas, los animales, los recuerdos, y las personas
que se fueron. De un cuento de Mamerto Menapace
Nada fuera de Dios es eterno, incluso aunque sabemos que las personas, no perecen sino que mudan de lugar, también los demás seres. Aunque no de la misma manera
Sin embargo de tejas abajo, llega un momento en que hemos de “despedirnos de aquella persona, incluso aquel animal o planta, de nuestro hogar o casa, nuestra salud, hasta los mismos recuerdos se van difuminando, para dejar paso a otos nuevos
No estoy pensando en ninguna enfermedad degenerativa. Si no en algo normal
Tenemos que ir dejando cosa atrás, a veces amigos que aunque lo sigan siendo ya no están ahí, otros puede que ya no lo sean. Y no siempre la culpable va ser la muerte
Es que hay que dejar espacio
y para evitar que esto llevé a una depresión o algo más grave, hay que tener en cuenta varias cosas
Todo, tiene fecha de caducidad
Solo Dios es eterno
Solo Dios es necesario
Dios es el único que no falla ni abandona nunca
Hay que compartir los bienes materiales, no lo que debe ir a la basura
Las personas son libres de estar con quien quieran
Los seres creados no humanos, nos serán “devueltos” en cierta forma en la Resurrección, esto lo dice la Biblia en varios lugares de diversas formas. No quiere decir que el perro que se ha muerto este ahora en el purgatorio, o en el Cielo, no quiere decir que esta en una realidad en la que Dios cuida del. Porque Dios, como nos recuerda el libro de La Sabiduría, ama todo lo que ha creado, y no destruye nada de lo que ha creado. No sabe
Y las cosas materiales al compartirlas se les da nueva vida, y la mente y el corazón, por cierto recordar es “traer al corazón” nos permite darles una segunda existencia aunque sea solo en el recuerdo
Y no hacer drama porque se rompa la cafetera de la bisabuela, pues a la bisabuela en el Cielo, le importa un bledo la dichosa cafetera
Por suerte con los que se han ido, de esta tierra bendita
Podemos seguir en contacto, gracias a La Comunión de los Santos
Orando por ellos al tiempo que los recordamos
Orando a ellos pidiendo que intercedan por nosotros los del purgatorio, pueden interceder, por los de la tierra, y si están ya en el Cielo, no es necesario estar canonizado para ser santo, con mayor motivo. Y claro si uno tiene un familiar o amigo canonizado, pues que le de trabajo seguido
Con lo que no se puede es usando wijas, con eso, se conecta con el Infierno, y su director el diablo.
Es bueno también aprender a conjugar el pronombre “nuestro, y el verbo dar”
Y no olvidar que un día, nos iremos hacia La Casa Paterna, y no se nos permite llevar cosas materiales, así que no tiene sentido el “amarlas, amontonarlas, etc”
Como decía la sin duda santa abuela del Papa Francisco, los sudarios no tienen bolsillos, y detrás del coche fúnebre, no va nunca el camión de mudanzas
Tampoco lo tiene pensar que harán los que nos precedan, con aquellas cosas que amábamos. Eso no es asunto nuestro, nosotros si no fuimos estúpidos. Los estúpidos son los que van al Infierno, lo tendremos todo en Dios.
Lo otro sería como preocuparse ahora por los cacharritos con los que jugábamos de niños.
Vivamos el presente
Amemos
Compartamos
Adoremos solo a Dios
Vivamos la Comunión de los santos