miércoles, 29 de enero de 2025

Tened encendidas las lámparas. Qué lámparas y por qué, y cómo.

 Tened encendidas las lámparas. Qué lámparas y por qué, y cómo.

En Mateo, Jesús nos dice

“Tened encendidas vuestras lámparas, sed como el sirviente que está dispuesto a recibir al patrón cuando llega a la casa.”

En aquella época no había luz eléctrica ni gas. Por eso cuando una persona regresaba a su casa, necesitaba que le iluminarán el camino

Si era una persona con criados además de los que lo acompañaban con hachones, teas y lámparas de aceite. Era preciso que desde la casa, tan pronto vean por el brillo de las lámparas que el patrón llegaba tenía juntó con otros siervos ir iluminar el camino del Señor de la casa.

Por lo tanto podemos concluir que Jesús -Mateo. Nos está diciendo la necesidad de confesar a Jesús con las obras, vivir en gracia, observando los mandamientos. Cuando lo hacemos atraemos a Jesús y al Padre y al Espíritu a nuestro corazón.


Pero Jesús nos dice también 

“Que vean vuestras buenas obras para que glorifiquen a vuestro Padre que está en el Cielo.

Es posible que Jesús como judío estuviese recordando la fiesta de Hanuca, o de Las luces.

En esa fiesta los judíos ponen luces en lo alto y en las ventanas

Los seguidores de Jesús estamos llamados a iluminar a hacer el bien de forma real, pero discreta y oculta. Para que la persona que se beneficia de nuestra buena acción. Sólo vean el hecho que les favorece y agradezcan a Dios

Que es el Autor principal 

En otro lugar nos dice 

“Luzca así vuestra Luz, delante de las personas”


Como escribí más arriba cuando venía alguien, o se quería llevar alguien a un lugar, indicarle el camino había que alumbrar el camino

Así pues tenemos con nuestra vida, nuestras palabras tenemos sin imposiciones que ayudar a los demás a conocer a Jesús, llegar a la Fe.

Pero en El Evangelio de Juan. Hay dos aclaraciones importantes por un lado 

En el Prólogo se nos dice que 

“El Verbo era La Luz que ilumina a todo hombre”

Y, también que hubo un hombre llamado Juan, testigo de La Luz, pero no era la Luz.


Y, antes de la curación del ciego de nacimiento Jesús se definió a sí mismo como “La Luz del mundo”

Es necesario no olvidar esto Jesús es la Luz; nosotros solo podemos ser lámparas, reflectores de La Luz que es Jesús 

Nadie puede dar lo que no tiene, para reflectar La Luz de Jesús. Tenemos que llenar nos del

En el cumplimiento consciente de su Voluntad 

En La obediencia responsable a su Iglesia 

En La oración personal y comunitaria 

En La recepción de los sacramentos 

En la actualización y formación de su Fe

En La oración y estudio bíblico 

Porque si uno se va por ejemplo con la nueva era. No puede iluminar, aunque lo parezca pues ahí no está La Luz de Jesús.

Sino las Tinieblas de Los Demonios.