domingo, 26 de enero de 2025

La historia de Lidia, una dama del siglo I. Hechos, 16

 La historia de Lidia, una dama del siglo I. Hechos, 16

Lidia era una dama de la ciudad de Tiatira, era una empresaria de telas purpura o sea teñidas con la famosa quisquilla, una especie de camarón muy pequeño que se obtenía de los fondos marinos y cuya extracción de era realizada por buzos, con una gran peligro para sus vidas. Solían hacer lo esclavos o personas que por el motivo que fuera estaban dispuestos arriesgar su vida por dinero. Esto hacia que la purpura fuese un tejido usado por emperadores, y otros similares.

Lidia bajó con sus amigas posiblemente en realidad serían sus empleadas incluso siervas, había ido a ofrecer su producto.

Muy cerca ve a dos hombres que están hablando de un tal. Jesús al que presentaban como el Mesías prometido a Israel, y, el Salvador de todos los hombres.

Lidia había nacido posiblemente ya fuese en la Fe de griegos y romanos o en cualquiera de las religiones mistéricas. Pero había conocido y abrazado la Fe de Moisés. El hecho de que la mujer no tuviese que someterse a una especie de operación como los hombres a la circuncisión. Hacía que fueran más las mujeres conversas plenamente al judaísmo

Lidia ofreció a los dos hombres dos rabinos llamados Pablo y Bernabé,su casa para su labor apostólica. Ellos aceptaron y esto es otra prueba contra la falsa acusación de misoginia contra Pablo. Pero también nos habla de Lidia no era una joven soltera pues en ese caso sería el padre o tutor quien tendría que hacer la invitación 

Tampoco una esposa, pues le correspondería al marido 

Ni una viuda o divorciada joven o cercana a la madurez serían los varones de su familia incluso hijos varones mayores de 14 años

Así pues Lidia estaría cerca de la senectud posiblemente 45 o más años 

Bernabé y Pablo establecieron allí una de sus Iglesias o Comunidades. Bautizaron a muchos entre ellos Lidia y los suyos. En La casa de Lidia convertida en iglesia e Iglesia. Se celebró La Eucaristía, se bautizó.

Pablo y Bernabé la dejaron al frente allí cuando, dirigiría la oración, leerían y proclamarían La Palabra AT. Y algunos escritos sobre Jesús que les hubiese dejado Pablo

Me gustaría que hubieran podido hacer más celebrar La Cena del Señor.

Pero el Papa Juan Pablo II, al vetar el sacerdocio a la mujer, dijo que no podía admitir lo por fidelidad al Evangelio.

Y el Papá Francisco al ser preguntado por el sacerdocio femenino dijo que la cuestión ya la había cerrado Juan Pablo II.

Naturalmente se que no fue una declaración ex cathedra

Pero como cristiana católica que dos Papás afirmen lo mismo de forma tajante sin necesidad de que sea dogma

Así pues de acuerdo a los dos pontífices citados, tengo que aceptar que Lidia no fuese presbítero si servidora de la Palabra, catequista, diaconisa de entonces que no tiene nada que ver con nuestros diáconos

Y, por supuesto cuando hubiera presbíteros en su casa se celebraría La Santa Misa

Sería también su casa refugio y alojamiento para misioneros como Pablo y Bernabé. Y, sus bienes servirían a La Iglesia y a los pobres 

La Iglesia tiene un una deuda con las mujeres, no solo con Lidia

Empezando en que si no fuese por el “Si” a Dios de una joven mujer judía, La Iglesia nunca existiría pues su Fundador y Esposo no hubiese nacido.

Santa Lidia ruega por nosotros

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