Mi Galilea
Galilea la patria chica de Jesús. Evoca los encuentros con él.
Los momentos o el momento en que se descubre que está vivo, que La Fe no es saber unos dogmas, que…
Hay personas que tienen experiencias místicas de verdad. Otros que se las inventan o lo confunden con fallos neurológicos
Yo no he tenido ninguna. Fui creciendo y sigo creciendo en La Fe, sostenida por La Iglesia
Pero si tuve esos momentos que me marcaron. Hay más citó estos que no detallo, sería demasiado largo.
1⁰ .En clase de Religión la profesora me hizo ver, y me caló hondo. Que el examen importante y definitivo de Religión era el que Jesús nos haría a cada uno al dejar este mundo.
2⁰. Con una cristiana evangélica de Fe recia, tenía un kiosko de tebeos, yo iba cambiar. Nunca trato de imponer me nada. Pero yo le hablaba y preguntaba un día le conté mi promesa de ir a Jerusalén si aprobaba los exámenes
Ella la señora María, me dijo
“Mejor que ir a Jerusalén no sería que Jesús viniese a vivir en tu corazón”
3⁰. En una vigilia Pascual. Al encender mi vela en otra, que a su vez la había encendido en otra, así hasta llegar al que la encendió en el Cirio Pascual. Tuve la seguridad patente de como la Fe, desde Jesús pasa cómo una luz de unos a otros y nos ilumina.
4⁰. Mi querido y viejo párroco enfermo. El sacerdote al que debo el amor a la Biblia y mi “vocación ecuménica”
Siempre habían sido profundas sus homilías, pero en su último tramo en esta tierra
Sé limitaba a repetir
“En Dios pongo mi Esperanza y confío en su Palabra”
Un domingo algún sacerdote amigo le escribió para que leyese un rollo patatero. Lo hizo, pero al acabar la lectura pidió perdón. Y dijo su homilía
“En Dios pongo mi Esperanza y confío en su Palabra”
5⁰ Mi madre orando ante el Sagrario ajena a todo sin sentir el tiempo
6⁰ El sacerdote que sustituyó al que cité antes como párroco, el cariño con que lo trataba, como si fuese el mismo Cristo.
7⁰. La amiga de una amiga ante el Sagrario se sentía la conexión. Era persona de Fe viva, y, no fue eso lo único. Le diagnosticaron un cáncer que la acabaría llevando a la muerte. Cuando me lo contó, me dijo. “Pide mucho por mi, lo necesito”, yo le prometí pedir que se curará
Me dijo que no, claro si se curaba tenía confianza en el tratamiento pero sabía que podía fallar
“Pide a Jesús que no le falle, si sano que primero le agradezca a él, si no sano…que no me olvide que me ama, que está a mi lado”
8⁰ El COVID 19 “alias el bichito miserable” Me trajo a la mente, al corazón que siempre podemos hacer lo más importante por el otro. Llevarlo ante Jesús en la oración
Hay más
Los amigos con los que comparto La Fe, que hace que nuestra amistad sea a prueba de bombas.
Cuando me aparecen “nubes” los revivo y siento que vuelvo a encontrar me con el Maestro, con el Carpintero de Nazaret.