miércoles, 30 de julio de 2025

Reflexión Domingo 17 T.O.

 Reflexión Domingo 17

Me quedo con el Salmo 137/ 138


Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,

porque escuchaste las palabras de mi boca;

delante de los ángeles tañeré para ti;

me postraré hacia tu santuario.

Daré gracias a tu nombre:

por tu misericordia y tu lealtad,

porque tu promesa supera tu fama.

Cuando te invoqué, me escuchaste,

acreciste el valor en mi alma.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,

y de lejos conoce al soberbio.

Cuando camino entre peligros,

me conservas la vida;

extiendes tu mano contra la ira de mi enemigo.

Tu derecha me salva.

El Señor completará sus favores conmigo.

Señor, tu misericordia es eterna,

no abandones la obra de tus manos.

Reflexión 

Siempre que invocamos a Dios nos escucha, aunque no seamos conscientes, nos escucha porque nos ama.

El texto original no dice Ángeles dice dioses, los dioses de los pueblos vecinos de Israel, hoy también tenemos dioses los poderes del mundo, y no solo del mundo, que nos prometen el oropel, nada más tienen no libran de la muerte más bien llevan a ella a la muerte eterna al infierno 

Pero aquí nos prometen éxito, amigos, riqueza a cambio del sacrificio de nuestra conciencia, y a veces algo más 

Frente a eso el judío cristiano, les da la espalda los dioses los ídolos, son basura, y vuelto hacia Yhv, el Dios de Israel, el Único lo alaba no frente a los Ángeles buenos, si no con los Ángeles buenos y sobre todo con su hijo Jesús, lo alaba y pide su gracia para no caer en la idolatría

Por eso en mi oración personal yo digo 

“Delante de los dioses…”

Dios conoce nuestra humildad y nuestra soberbia todos tenemos un poco de ambas

El salmista judío pensaría en peligros físicos para su vida física 

Pero yo pienso en los peligros para la vida del espíritu, y se que Dios me da su Gracia su ayuda para superarlos si no lo hago, si caigo es mi culpa 

El versículo final es una joya 

“No abandones la obra de tus manos”

Que podemos usar como jaculatoria 

Para pedir por uno mismo, o por otro vivo o muerto pues todos somos obra de sus manos 

Por La Iglesia que es obra suya 

Por la creación y cada una de las criaturas que la forman, todo es obra de sus manos 

Por eso acabo está reflexión diciendo 

Padre no abandones la obra de tus manos “