El Viento de Dios
El Viento de Dios no es el viento el aire que respiramos, que mueve las cosas, el aire necesario para la vida
Sí claro está que esté viento es de Dios, su criatura
Pero al decir
El Viento de Dios
Nos referimos a Una Persona Amor infinito, que que va del Padre al Hijo y del Hijo al Padre, y luego como en un aleteo un Soplo todo lo llena de vida y belleza
El Viento que conduce al Verbo del Seno de “la matriz” del Padre Dios a la matriz de La Virgen María
El Viento que empujaba y sostenía a Jesús
El Viento que en Pentecostés sacudió la casa donde estaban reunidas más de 120 personas, la principal la Virgen María, ah sí también estaba el Primer Papa
El Viento que empujó a los que oyeron a Pedro a, aceptar a Jesús
El Viento que sostiene y mueve las velas de La Iglesia
El Viento que mueve a los santos y los Santos
El Viento que nos sacude por dentro sin que nos enteremos, porque suele hacerlo como Brisa
Sí ese Viento de Dios, es La Tercera Persona de La Trinidad, La Ruah Divina el Espíritu Santo.
Y, la mejor manera de sentir su Soplo, su empuje su frescor, es tratar a La Señora, ella nos enseñará a tener abiertas las ventanas del corazón y el alma, para que entre el Viento de Dios y expulsé e impida el paso a los moscardones, moscas y demás bichejos malos de beelzebub
María como Jesús siempre dejó que la empujara
El Viento