viernes, 4 de abril de 2025

Maria es grande por acoger...

 

María es grande por acoger y creer La Palabra de Dios, más que por ser madre de Dios biológica en su humanidad

María no se concedió el ser Madre de Dios en la humanidad asumida en su Segunda Persona, es Madre de Dios Hijo.

Pero María antes de conocer su elección para Madre del Mesías, antes de saber, que era Madre de Dios.

Ya había acogido en su corazón y en su vida, la Palabra de Dios, viviendo su vida, a su Luz, encontrando en ella la Voluntad de Dios, del Dios de Israel.

Para María de Nazaret, solo importaba una cosa, aceptar y hacer La Voluntad de Yhv. Fuera grata, o ingrata. Por eso sostenida por el Espíritu Santo, pudo pronunciar su Fiat.

Y el Padre pudo gracias a Ella, regalarnos a su Amado.

Eso es lo que engrandece a María, y por lo que veladamente la alaba su Hijo.

La mujer encorvada. Santos y personas corrientes del NT


La mujer encorvada. Santos y personas corrientes del NT

Nos cuenta la historia Lucas. Nos habla de una mujer que andaba doblada encorvada, podría tratarse de una hernia discal, que entonces era incurable, aunque las palabras de Jesús. “Esta hija de Abraham, a quien satanás tenía atada, desde hace 18 años. ¿No merecía ser liberada de sus ataduras, en el día del sábado?

Pero yo aquí voy con los personajes. En este caso una mujer anónima, una judía creyente, que ha ido el Sabat, a la sinagoga, y que se habrá quedado apartada. Pues su “enfermedad” la hace impura

Basándome y tomando las palabras de Jesús en sentido literal, pienso que tal vez, por hechos de su vida. Se sentiría avergonzada y juzgada por “los puros”, y poco a poco, empezó a bajar la cabeza, hasta que se encontró totalmente corvada. No era nadie

De pronto, aquel hombre, llamado Jesús, le dice que se ponga en pie, que está liberada, la mujer duda, seguro que dudo un instante, pero decidió fiarse de Jesús, y alzó la vista al Cielo, Jesús había arrancado lo que la oprimía.

Desde luego, pudo decirle, que no la molestará que era Sabat, que ella también tenía derecho a rezar

A fin y al cabo, aquel joven solo era un carpintero, metido a Rabí. Pero optó por hacerle caso